Maldito herpes

Ese labio deforme que nos hace mirarnos al espejo y odiar nuestra cara como si la adornaran mil granos. Bienvenido de nuevo, compañero de batallas, querido herpes.

Hoy, como acabáis de ver, voy a hablar del herpes labial, ya que es un problema bastante común y frecuente en gran parte de la población. La gente que lo padece, va conociéndolo un poco. Sin embargo, aún hay muchos interrogantes que resolver de él. Veremos qué es, cómo se produce, qué síntomas y efectos tiene, sus complicaciones y tratamiento. Intentaré explicarlo de manera simple, sencilla y amena, a la vez que cargadita de bastante información. ¿Se puede hacer todo? Ahora lo vamos a ver. Comenzamos:

• ¿Qué es el herpes labial?

Un herpes labial (también llamado fiebre o calentura) es una infección debida a un virus que se manifiesta en la piel como una lesión, normalmente en forma de ampollas. Hago las presentaciones oficiales:

Esta es la pinta que tienen los herpes labiales. Son producidos por el Virus del Herpes Simple tipo 1 (VHS-1).

• ¿Cómo y por qué puedo padecerlo?

Al tratarse de un virus, se transmite por contagio, en este caso, contagio por contacto con otra persona que lo padezca o nosotros mismos. Puede ser contacto directo, o indirecto a través de objetos usados por esa persona que hayan estado en contacto con la lesión. Esto quiere decir que se puede trasmitir a través de cepillos de dientes, toallas, barras de labios, cubiertos, vasos, etc. El momento más contagioso es cuando las ampollas explotan, por eso debemos estar atentos a los utensilios que utilicemos y lavarlos bien para evitar contagiar a los demás y a nosotros mismos una vez más. Por ello desecharemos los objetos contagiados, como labiales. En ese mismo momento es cuando tendremos que tener cuidado con el contacto directo.

• Síntomas más habituales

Al principio, se empieza a sentir como un picor, escozor o ardor en una zona localizada de la boca. Se nota como cuando te haces una herida en los labios por el frío. Es en esos primeros síntomas donde podemos intervenir. Más tarde se desarrollan las úlceras en la boca, que tienen forma de ampollas llenas de líquido. El final de todo el proceso pasa por la cicatrización de las ampollas, dando lugar a una especie de costra, que al final cae o se regenera la piel.

• Tratamiento

Como suele pasar con los virus, tras 1 o 2 semanas, los síntomas remiten. En ocasiones más graves, el médico puede prescribir tratamiento vía oral (tomado, se entiende) con antivirales.
Lo más común es que se empleen cremas con Aciclovir, un antiviral, que se debe aplicar cada 4 horas. Ayuda a aliviar los síntomas molestos con bastante eficacia. Hay que lavar la úlcera, y aplicar una capa densita de pomada, dejar que absorba y actúe. Preferiblemente, debemos coger la pupa antes de que broten las ampollas, de esta forma podremos acortar el brote. Aún así, seguramente, de una semana de sufrimiento y labio chungo no nos libra ni la macarena.

También existen parches transparentes, que ayudan a remitir antes el brote y previenen el contagio, pero son menos efectivos como tratamiento de los síntomas de ardor y escozor.

• Y... ¿después qué?

Después de la primera infección, el virus se "adormece" (se vuelve inactivo) en los tejidos nerviosos de la cara (¡yuju! con nosotros para siempre). Algunas veces, el virus "despierta" (se reactiva) y produce de nuevo las calenturas o ampollas.
Causas de la reactivación del virus pueden ser:

- Bajada de defensas
- Exposición al sol
- Cambios hormonales
- Fiebre
- Estrés

Conociendo los factores desencadenantes, podemos intentar evitar el brote reforzando las defensas en épocas difíciles y protegiendo nuestros labios con filtro solar.


Y... con esto damos por zanjado el tema, que es bastante amplio. Cualquier duda o sugerencia de temática para el próximo post es bienvenida, las espero por aquí en los comentarios. También estoy en Twitter como @ideibuprofeno para lo que queráis. ¡Hasta la próxima!

Bibliografía:
https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000606.htm